Mar

 Se siente como si te arrastrara el mar, ¿sabes?

Y las olas te revuelcan incesantemente contra la arena y el cielo queda a tus pies y no hay manera de salir ni de ver ni de respirar. Te abraza y te lleva hacia su centro, incapaz de resistirse, un amante conduciéndote a su lecho...

A veces sólo cierras los ojos y caes en los brazos abiertos del océano, y su inmensidad llena tus pulmones. Y te hundes... te hundes... Sin remedio. Y la luz no te alcanza, se aleja, en ocasiones ni siquiera pareciera hacer el esfuerzo. ¿Qué es una sola alma contra la inmensidad del océano? Sólo te dejas...

En ocasiones hay calma y el mar te permite observar las luces de su espejo mientras flotas boca arriba, a la deriva, a su capricho.

Siempre es noche.